En 2018 Daven Henze, científico de la Universidad de Colorado, dijo que “la contaminación del aire es el principal factor de riesgo para la salud ambiental a escala mundial”. Por las mismas fechas David R. Boyd, relator especial sobre los Derechos Humanos y el Medio Ambiente comentó, “las muertes ocasionadas por el aire contaminado no reciben la atención adecuada porque no son tan trágicas como las causadas por desastres naturales o epidemias”.

Si bien estas declaraciones pertenecen a una época previa a la pandemia de Covid 19, ya parecen anunciarnos este nuevo escenario “preocupante” planteado por el académico chileno, Luis Alonso Díaz Robles, quien concluye que “actualmente, en el mundo mueren casi nueve millones de habitantes producto del material particulado, lo que es casi comparable con el Covid-19. Hoy, la contaminación atmosférica es una pandemia”.

Según el experto, aunque exista una preocupación el cambio climático y se comiencen a usar más opciones de energías, los esfuerzos aún no son suficientes, “aún nos falta mucho por caminar, sobre todo a nivel residencial”.

La contaminación atmosférica la nueva pandemia

El escenario no resulta una exageración pues por cada 1000 personas vivas en la tierra, 973 inhalan toxinas con regularidad, solo el 27 no lo hace; así que con seguridad tú mismo estás inhalando aire contaminado.

En 2021 la Organización Mundial de la Salud modificó sus políticas sobre la calidad del aire, disminuyó su norma mundial de calidad del aire de 10 microgramos de partículas por metro cúbico a solo cinco. Con este cambio, en Estados Unidos, antes de la actualización de la OMS, se planteaba que solo el 8 por ciento del país respiraba aire contaminado, después la cifra aumentó al 93 por ciento. En Europa pasó algo similar, las cifras se elevaron de 47 a 95%.

Pero existen análisis que plantean un escenario aún peor, como el hecho por IQAir, según el cual ningún país del mundo cumple con la norma de la OMS y solo tres territorios en todo el mundo presentan un aire que puede calificarse como saludable: esos son básicamente islas como Puerto Rico, Islas Vírgenes de Estados Unidos y Nueva Celedonia, en el pacífico.

Aunque los resultados de estos estudios describan situaciones diferentes, la realidad es que la contaminación es un fenómeno con un impacto muy negativo para todos. De acuerdo con el New York Times, aunque existen diversos estudios sobre la situación ambiental, todos coinciden en que estos afectan a millones de personas. “se trata de una cifra global, cada año, que iguala los totales de muertes por la pandemia de los últimos años – cito la publicación de The New York Times – hablamos de muertes anuales a la escala del Holocausto.

Estas cifras son grandes, como para empezar a hacer un cambio, se propone como un propósito y una oportunidad. Como señala Marina Romanello, “luchar contra la crisis climática puede ser la mayor oportunidad para la salud global del siglo XXI”.

Y como señala Díaz Robles, previamente citado, el cambio contra la contaminación atmosférica, también comienza a nivel residencial. En la actualidad existen diferentes dispositivos para enfrentar este escenario. Utilizar purificadores de aire, filtros y medidores de CO2 puede ayudarte a generar un cambio.

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